El pasado martes 26 de febrero tuvimos la suerte de poder
tener un coloquio con el seleccionador Vicente del Bosque en la Universidad de
Navarra. Personalmente siempre he admirado su trayectoria, no tanto por su
dimensión deportiva como su dimensión humana. Y estos rasgos profundamente
humanos son los que volví a admirar en sus respuestas. Quiero señalar dos
frases (podría traer muchas más), que creo que pueden iluminar estos puntos.
“Hay que aprender a
ganar además de aprender a perder.”
Una de las primeras cosas que me llamaron la atención fue
esta referencia, aparentemente contraria al sentido común. Siempre queremos
educar a los niños a saber perder, a aceptar la derrota a través del juego y
del deporte, algo que indudablemente tiene un gran valor.
Pero también es cierto que hay que aprender a ganar, y
quizás uno revele más de sí mismo en la victoria que en la derrota.
El respeto
hacia el vencido y los gestos que se tienen al haber alcanzado la cima suponen
la verdadera victoria o la verdadera derrota, porque no hablan del deporte,
sino de lo humano. El ser capaz de integrar la fama y el éxito dentro de un
proyecto de vida de humildad, respeto y exigencia, es aprender a ganar, es que
la victoria no nos construya un ego que ahogue o oscurezca la persona que
somos. Y creo que en esto Vicente del Bosque siempre ha sido un ejemplo de
comportamiento.